La epilepsia es un trastorno neurológico complejo que afecta al cerebro y provoca convulsiones recurrentes. El control adecuado de las convulsiones garantiza la calidad de vida y minimiza las complicaciones.
Este blog describe una variedad de estrategias que las personas con epilepsia utilizan para controlar sus convulsiones, centrándose principalmente en el manejo de medicamentos, el ajuste de los factores del estilo de vida y la incorporación de terapias de apoyo.
La clave para controlar las convulsiones es usar medicamentos antiepilépticos de manera constante. Nivelan la actividad de las células nerviosas en el cerebro para que no ocurra una convulsión. Aquí hay una manera de aprovecharlos al máximo:
Constancia: No te saltes los medicamentos, sino que asegúrate de seguir tu horario durante el tiempo para tomarlos de forma constante.
Tratamiento: Manténgase en contacto regularmente con su proveedor de atención médica con respecto a los efectos secundarios o cualquier inquietud para ajustar las dosis o cambiar la medicación.
Monitoreo terapéutico de medicamentos: Muy comúnmente, los niveles de medicamentos en la sangre pueden requerir controles frecuentes para monitorear el estado de su cuerpo y asegurarse de que se mantenga dentro del rango terapéutico deseado.
Se ha demostrado que algunas dietas ayudan a controlar las convulsiones, principalmente en escenarios en los que los medicamentos no pueden funcionar de manera efectiva.
Por ejemplo, la dieta cetogénica, que es alta en grasas y baja en carbohidratos, y se está utilizando particularmente con niños. Otra es la dieta Atkins modificada.
Es muy importante mencionar que no se debe recurrir a ninguna dieta, antes de buscar el consejo de un dietista o médico para asegurarse de que es segura y adecuada para sus necesidades de salud.
Cambiar los factores del estilo de vida puede disminuir drásticamente la incidencia y las consecuencias de las convulsiones. Entre los cambios importantes se incluyen los siguientes:
Patrones de sueño regulares: La falta de sueño puede predisponer y activar una convulsión. Duerma regularmente y trate de descansar lo suficiente por la noche.
Manejo del estrés: El estrés es uno de los antecedentes más comunes de las convulsiones. Puedes controlar tu estrés haciendo yoga, meditación y respiración profunda.
Evite los desencadenantes: Identifique los desencadenantes personales de las convulsiones, como las luces intermitentes o ciertos alimentos, o grandes cantidades de alcohol, y asegúrese de llevar un diario de convulsiones para realizar un seguimiento de estos desencadenantes.
También se pueden considerar opciones quirúrgicas cuando los medicamentos no logran controlar las convulsiones de una persona. Esto puede implicar la extirpación de una pequeña parte del cerebro donde se originan las convulsiones o la interceptación de las vías nerviosas que componen una convulsión. Las alternativas quirúrgicas también incluyen la estimulación del nervio vago y la neuroestimulación receptiva para controlar las convulsiones mediante impulsos eléctricos al cerebro.
Estas terapias complementan en lugar de reemplazar los tratamientos tradicionales, que se pueden administrar para el control de la seziure:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a lidiar con los problemas psicológicos y emocionales que conlleva la epilepsia.
Actividad física: El ejercicio rutinario puede reducir la aparición de convulsiones y mejorar la condición física general. Sin embargo, es posible que algunas actividades deban modificarse por razones de seguridad.
Apoyo comunitario: Participar en grupos de apoyo para la epilepsia puede proporcionar información, estrategias de afrontamiento y apoyo emocional de otras personas que han pasado por la misma situación.
La clave de la seguridad es responder adecuadamente a una convulsión.
Plan de acción para convulsiones: Que puede consistir en detalles sobre cómo administrar medicamentos de rescate, cuándo llamar a los servicios de emergencia y qué hacer para mantener la seguridad en caso de una convulsión.
Educación: Enseñe primeros auxilios para convulsiones a familiares, amigos y compañeros de trabajo.
No se trata de controlar las convulsiones con una sola técnica; Más bien, toma medicamentos en combinación con modificaciones en el estilo de vida y apoyo terapéutico para tratar la epilepsia de la manera más efectiva.
Trabajar en estrecha colaboración con profesionales de la salud, un plan de tratamiento individual y un entorno de apoyo hace que vivir con epilepsia sea una experiencia más fácil.
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