Conociendo los Riesgos Potenciales para un Resultado Satisfactorio
La maternidad es una de las etapas más importantes de la vida, y en mujeres con epilepsia, requiere una atención especial. Aunque la mayoría de las mujeres pueden llevar a cabo embarazos exitosos con las medidas adecuadas, las mejoras en las estrategias de manejo han demostrado que las mujeres que padecen epilepsia pueden estar seguras, siempre que el control de las convulsiones se realice de manera correcta.
Cómo Afecta la Epilepsia al Embarazo
En ocasiones, las convulsiones que ocurren durante el embarazo pueden causar accidentes, privación de oxígeno al bebé o incluso abortos espontáneos. Los mayores riesgos suelen presentarse durante las convulsiones de tipo tónico-clónico debido al alto potencial de trauma. Los cambios en las hormonas sexuales, el estrés psicológico y las alteraciones del sueño pueden desencadenar convulsiones, aunque hay mujeres que no experimentan ningún cambio.
El embarazo aumenta el volumen sanguíneo y el metabolismo, lo que puede alterar las dosis necesarias de medicamentos anticonvulsivos (ASMs, por sus siglas en inglés) para el control de las convulsiones. Por ello, es fundamental realizar un seguimiento médico regular para asegurar el bienestar del feto en desarrollo.
Medicamentos Antiepilépticos durante el Embarazo
Existe un problema particular relacionado con la exposición a medicamentos anticonvulsivos y su efecto sobre el feto. Se ha documentado que algunos medicamentos, como el ácido valproico, son responsables de efectos teratogénicos, como defectos del tubo neural y discapacidades mentales. Aunque suspender el uso de ASMs es poco recomendable, nunca debe cesar la supervisión médica, ya que las convulsiones descontroladas son más peligrosas.
El objetivo es alcanzar la dosis mínima efectiva de medicamentos más seguros. Muchas madres optan por cambiar a anticonvulsivos menos riesgosos antes de la concepción para minimizar los peligros.
Asesoramiento sobre Anticoncepción y Planificación Preconcepcional
La planificación preconcepcional es fundamental para las mujeres con epilepsia. Esta incluye la evaluación de factores relacionados con el control de las convulsiones y los medicamentos tomados, para determinar si es necesario hacer cambios. Además, se recomienda la ingesta adicional de ácido fólico antes de la concepción para prevenir defectos del tubo neural. Durante el embarazo, es necesario realizar un seguimiento regular de los niveles de ASMs para evitar la sobremedicación o la submedicación, así como controlar y registrar el estrés y los eventos de privación de sueño.
Lidiando con el Embarazo en Mujeres con Epilepsia
Después de dos o más intentos de lograr un embarazo, se recomienda proceder con la gestión del embarazo solo tras consultar con especialistas. Se hace énfasis en el uso de medicamentos específicos para cada fenotipo, con ajustes farmacológicos como principal estrategia. La fatiga, el estrés y la privación del sueño son factores desencadenantes clave, lo que subraya la importancia de prevenir convulsiones en estas pacientes.
Mantener una buena hidratación, una nutrición adecuada, suficiente descanso y manejar el estrés durante el embarazo representa un desafío adicional para las mujeres con epilepsia.
Labor and Postpartum Care
Se observa que la mayoría de las mujeres con epilepsia pueden tener un parto vaginal normal. No obstante, se recomienda una cesárea en caso de que aumenten las convulsiones. Es esencial elaborar un plan de parto con acciones claramente definidas para prevenir o reducir el riesgo de convulsiones.
Después del parto, las mujeres pueden experimentar un aumento en la incidencia de convulsiones debido a la falta de sueño, el estrés y otros factores, por lo que es necesario contar con el apoyo adecuado de familiares y seres queridos. La mayoría de estas mujeres pueden amamantar mientras toman ASMs, aunque es posible que algunos medicamentos deban evitarse.
Conclusión
Es esencial comprender que el embarazo en mujeres con epilepsia es un desafío que requiere una preparación y manejo exhaustivo. Sin embargo, con la atención médica adecuada, estas mujeres pueden y deben dar a luz a niños sanos. Las medidas preventivas, como los exámenes rutinarios y el tratamiento continuo de las convulsiones, deben ser siempre el objetivo para lograr resultados positivos tanto para la madre como para el bebé.