La epilepsia es un trastorno neurológico caracterizado por convulsiones repetidas. Afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien los medicamentos a menudo pueden controlar los síntomas de las convulsiones, algunas personas encuentran alivio a través de la intervención quirúrgica.
Entre las diversas opciones quirúrgicas, las cirugías cerebrales muestran un gran potencial, es por eso que en este artículo exploraremos los diferentes tipos de cirugía cerebral para la epilepsia.
Cirugía Resectiva
La cirugía resectiva consiste en extirpar el tejido cerebral responsable de desencadenar las convulsiones. Es una opción común para las personas con epilepsia focal, donde las convulsiones se originan en un área específica del cerebro.
Este tipo de cirugía cerebral para la epilepsia tiene como objetivo eliminar o reducir la actividad convulsiva mediante la extirpación del foco epiléptico mientras se preserva el tejido cerebral sano. Técnicas como la lobectomía (extirpación de una parte del cerebro) y la lesionectomía (extirpación de una lesión cerebral específica) entran en esta categoría.
Lobectomía Temporal
La lobectomía temporal es un tipo específico de cirugía resectiva que se utiliza principalmente para tratar la epilepsia del lóbulo temporal, que se origina en los lóbulos temporales del cerebro.
Este procedimiento consiste en extirpar la parte del lóbulo temporal donde comienzan las convulsiones, conocida como hipocampo y las estructuras circundantes. Ha demostrado altas tasas de éxito en la reducción de la frecuencia de las convulsiones y en la mejora de la calidad de vida general de muchos pacientes.
Hemisferectomía
La hemisferectomía es una forma más radical de cirugía resectiva que generalmente se reserva para casos graves de epilepsia, como aquellos asociados con daño cerebral extenso o anomalías del desarrollo.
En este tipo de cirugía cerebral para la epilepsia, una parte del cerebro se extirpa parcial o completamente o se desconecta del resto del cerebro. Aunque conlleva riesgos como problemas con el movimiento y el pensamiento, puede transformar la vida de las personas cuyas convulsiones graves provienen de un solo lado del cerebro.
Transección Subpial Múltiple (MST)
La MST es una técnica quirúrgica especializada diseñada para interrumpir la propagación de las convulsiones por todo el cerebro sin extirpar ningún tejido cerebral.
Es particularmente útil para pacientes cuyos focos epilépticos se encuentran en áreas críticas para el lenguaje, la función motora u otras funciones cerebrales esenciales.
En la MST, los cirujanos crean cortes poco profundos en la superficie del cerebro para detener las vías anormales que causan las convulsiones, al tiempo que minimizan el daño al tejido cerebral circundante.
Estimulación del nervio vago (VNS)
Si bien no se clasifica como un tipo convencional de cirugía cerebral para la epilepsia, la estimulación del nervio vago representa un enfoque quirúrgico alternativo para el manejo de la epilepsia. Consiste en implantar un pequeño dispositivo, similar a un marcapasos, debajo de la piel del tórax con un cable que lo conecta al nervio vago en el cuello.
El dispositivo envía impulsos eléctricos regulares al nervio vago, que luego envía señales al cerebro, modulando la actividad neuronal y reduciendo la frecuencia de las convulsiones. A menudo se considera la estimulación del nervio vago para personas que no son candidatas para la cirugía resectiva o que no han respondido bien a la medicación.
Neuroestimulación receptiva (RNS)
El RNS es un método avanzado para tratar la epilepsia, que emplea dispositivos neuro-estimuladores implantados conectados a electrodos colocados en la superficie del cerebro o dentro del tejido cerebral.
Estos dispositivos monitorean continuamente la actividad cerebral y brindan estimulación eléctrica específica cuando se detectan patrones anormales indicativos de una convulsión.
Al modular con precisión la actividad neuronal en tiempo real, la RNS ofrece una opción terapéutica personalizada y adaptativa para las personas con epilepsia resistente a los medicamentos, lo que ayuda a reducir la frecuencia y la gravedad de las convulsiones a lo largo del tiempo.
Conclusión
En conclusión, las cirugías cerebrales para la epilepsia abarcan una variedad de técnicas adaptadas a las necesidades individuales del paciente, los tipos de convulsiones y la patología cerebral subyacente.
Si bien estos diferentes tipos de cirugía cerebral para la epilepsia conllevan riesgos y requieren una consideración cuidadosa, ofrecen esperanza para quienes viven con convulsiones debilitantes que no han respondido adecuadamente a la medicación sola.
Con los continuos avances en las técnicas quirúrgicas y la tecnología, el futuro parece prometedor para mejorar los resultados y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la epilepsia.