La evaluación y el examen médico para la epilepsia es bastante completo y clínico, donde se realizan varias pruebas para determinar la funcionalidad del cerebro y evaluar el tipo de convulsiones. A continuación, se presenta un resumen de las principales técnicas y procedimientos de diagnóstico que se suelen realizar.
Pruebas Diagnósticas Clave
Electroencefalograma (EEG):
La actividad eléctrica del cerebro se diagnostica mediante el electroencefalograma (EEG) y sigue siendo la prueba más directa y específica utilizada en el diagnóstico de la epilepsia. Los pacientes con convulsiones epilépticas suelen presentar actividad cerebral anormal. Por ello, se colocan sensores en el cuero cabelludo del paciente para monitorear las actividades eléctricas del cerebro, con el objetivo de detectar cualquier incidente o actividad anormal.
- EEG Ambulatorio: Para esta prueba se pueden añadir setenta y dos horas adicionales durante las cuales se registran las actividades cotidianas y pueden captarse convulsiones esporádicas.
- Video EEG: Permite a los pacientes enfocarse en una actividad monitoreada en lugar de en los movimientos físicos asociados a los síntomas de la convulsión, facilitando el proceso diagnóstico para los médicos y enfermeras.
Pruebas de Imagen
- Resonancia Magnética (RM): Las imágenes de resonancia magnética ayudan a identificar anomalías en el cerebro, como tumores o tejido cicatricial, que pueden ser factores subyacentes de las convulsiones.
- Tomografía Computarizada (TC): Las tomografías son útiles para determinar si hay sangrado alrededor del cerebro o anomalías estructurales que a veces son las causas de las convulsiones.
Pruebas de Sangre
Los análisis de sangre se pueden realizar para evaluar si existen condiciones metabólicas, infecciosas o hereditarias que puedan ser responsables de las convulsiones. También se pueden realizar pruebas genéticas para buscar mutaciones específicas que se sabe causan la condición de epilepsia.
Pruebas Neuropsicológicas
Estas pruebas evalúan la capacidad del paciente para resolver problemas complejos, recordar cosas o concentrarse, con el objetivo de averiguar hasta qué punto, si es que lo hay, las convulsiones han afectado el cerebro.
Proceso Diagnóstico
En general, el procedimiento de diagnóstico sigue los siguientes pasos:
- Recopilación de antecedentes e información detallada de los episodios de convulsiones del paciente.
- Un examen físico detallado con la intención específica de evaluar las capacidades de movimiento y pensamiento del paciente.
- Aplicación de algunas de las pruebas mencionadas, dependiendo de los síntomas observados en el paciente y de su historial médico.
El objetivo es establecer si el paciente tiene epilepsia y de qué tipo, así como determinar factores desencadenantes potenciales o reales y su etiología. Es importante enfatizar que el diagnóstico correcto de la condición es fundamental para formular el régimen de tratamiento y el manejo adecuado de la condición.
Conclusión
La evaluación de la epilepsia es un proceso complicado en el que se combinan la historia clínica y las pruebas relevantes. Las pruebas principales como, entre otras, los EEG, las técnicas de imagen como la RM y las tomografías TC, los análisis de sangre y las pruebas neuropsicológicas, tienen funciones distintas que van desde comprender la condición del paciente hasta tratar dicha condición.